martes, 25 de diciembre de 2012

El discurso del rey

Me llena de orgullo y satisfacción escribir esta entrada sobre ese momento del año en el que las familias apartan, por unos instantes, sus ojos de la televisión y hablan entre ellos, aunque sólo sea por unos minutos. Me refiero, claro está, al discurso de Nochebuena del rey.

Para ello he tenido que leerme íntegro y por dos veces, el discurso. Es una labor ingrata, pero alguien tenía que hacerla.

El embargo

De los cinco periódicos que he consultado (El mundo, El país, La vanguardia, ABC y La razón), uno no incluye el texto íntegro sino sólo el vídeo (El país), dos incluyen el texto integrado en el periódico (ABC y La razón) y los dos restantes ponen un enlace a sendos PDF. La diferencia es que El mundo decidió (en el momento de escribir esto, quizás lo cambien más adelante) incluir el PDF tal cual lo enviaron desde La Casa de S.M. el Rey, que comienza con el siguiente aviso:


Ambos puntos son razonables: no permitir que un medio se adelante al discurso en sí y dar la libertad de que se hagan cambios de última hora.

Pero me llama la atención la dureza del lenguaje empleado, que contrasta con la suavidad habitual del discurso. Imagino que esta parte la escribió algún empleado y nadie esperaba que acabase haciéndose pública.

Es precisamente la dureza del lenguaje la que hace que el segundo punto se vuelva cómico. ¿Qué significa que sólo el discurso pronunciado sea válido?

Ante todo, para que algo se considere válido, en un contexto legal, debe ser, según la RAE, "Firme, subsistente y que vale o debe valer legalmente". Adjudicarle un valor legal al discurso de Nochebuena es más difícil que hacerlo a una frase del Dalai Lama.

Entiendo que es posible que acontencimientos de última hora hagan necesario reescribir parte o la totalidad del discurso, pero ¿hace eso que el discurso enviado no sea válido? Reconozco que es un detalle nímio, pero hubiese preferido que fuesen menos autoritarios y más humildes y que escribieran algo así como: "El discurso final puede incluir cambios de última hora".

El discurso

Pero dejémonos de embargos y vayamos al discurso en sí. Tras un breve saludo entra en harina:
En concreto, me gustaría referirme a tres asuntos: la crisis económica, la fortaleza de España como nación europea e iberoamericana y la necesidad de reivindicar la política como instrumento necesario para unir las fuerzas de todos y acometer la salida de la crisis y los retos que tenemos por delante. No creo exagerar si digo que vivimos uno de los momentos más difíciles de la reciente historia de España.
Mi impresión inicial de los discursos de Navidad es que suelen ser vacuos. Un ejemplo claro es la segunda frase de ese párrafo:
No creo exagerar si digo que vivimos uno de los momentos más difíciles de la reciente historia de España.
Difícilmente se puede ser más vago. Con frases así es difícil que el discurso pierda validez a no ser que un meteorito se lleve España por delante, y aún así, ese sería sólo "otro de los momentos difíciles".

Sin embargo, la primera frase del párrafo me pareció sorprendentemente específica: el discurso iba a hablar de tres asuntos concretos.

Esos tres asuntos van en orden creciente de número de palabras y en orden decreciente de claridad. El primero nos lo podíamos imaginar, el segundo:
La fortaleza de España como nación europea e iberoamericana.
Parece querer hablar de la fortaleza de España a la vez que la diluye en dos grupos multinacionales distintos. En esta parte del artículo me voy a negar a leer entre líneas, así que vamos a dejarlo así.
La necesidad de reivindicar la política como instrumento necesario para unir las fuerzas de todos y acometer la salida de la crisis y los retos que tenemos por delante
Al final resulta que eran sólo dos temas. El tercer tema no es más que la solución que propone para el primero. Empezamos mal.

El discurso sigue con frases manidas en las que el rey dice pensar en todos y cada uno de los españoles, pero especialmente en los jovenes. Sólo voy a incluir aquellas frases en las que me parece que dice algo.
[La crisis] Está además generando un desapego hacia las instituciones y hacia la función
política que a todos nos preocupa.
Es decir, la crisis es mala, pero lo que de verdad le preocupa es su puesto. Reconozco que esta frase se puede interpretar de otras maneras, pero me resulta llamativo que la primera frase con algo de enjundia trate del desapego de la gente a las instituciones, rey incluído.

Dije que sólo iba a incluir las partes en las que dijese algo, pero el primer tema se termina y no he encontrado nada de valor. En su lugar pondré un párrafo que resume bastante bien el resto:
Para que nuestra economía vuelva a crecer tenemos que poner orden en nuestras cuentas y, a la vez, generar estímulos para la creación de riqueza. Hay estímulos que son creados por medidas de política económica o fiscal, o por políticas de fomento de la innovación o el emprendimiento, pero el primer estímulo que nos sacará de esta crisis se llama confianza.
Quizás no se pueda decir mucho más sobre cómo salir de la crisis, pero no veo nada ahí que supere una típica conversación de bar de nivel bajo. El rey se olvida que sus súbditos no son sólo niños, sino que también hay adultos inteligentes entre ellos.

El segundo asunto lo despacha en un único párrafo:
España es parte de la solución a la crisis global y debe ser protagonista en la toma de decisiones en los grandes foros internacionales. Iberoamérica es parte fundamental de nosotros, como también nosotros lo somos de ella. Lo mismo acontece con Europa. Con la Unión Europea tenemos que seguir trabajando para superar las visiones puramente nacionales y reforzar las bases de solidaridad con las que entre todos hemos avanzado en el proceso de integración. Hemos de garantizar que nada de lo conseguido juntos, ni los derechos individuales y sociales, ni el bienestar económico, ni el proceso de construcción política y económica puedan verse amenazados.
Quitando el hecho de que protagonista no es la palabra adecuada cuando en la misma frase ha dicho que España debe ser parte, del resto poco que decir, salvo por la afirmación de que no disminuyan los derechos sociales ni el bienestar, que por manida, no está de más recordarla.

El tercer asunto también es un conjuto de frases vacías como:
...lejos de provocar el enfrentamiento y desde el respeto a la diversidad, integra lo común para sumar fuerzas, no para dividirlas.
o:
Es hora de que todos miremos hacia adelante y hagamos lo posible por cerrar las heridas
abiertas.
Que es un ejemplo claro de mixed metaphor, en la que dos metáforas o símiles diferentes se juntan en un todo algo inconexo. El único párrafo con algo de chicha es el siguiente:
También, el sacrificio de todos los españoles que dejan ahora nuestro país para conseguir mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Su experiencia y preparación constituirán a su regreso un importantísimo efecto dinamizador de nuestra economía.
Es decir: la gente se nos está yendo, pero cuando vuelvan la cosa mejorará. Optimismo ante todo.

Hasta aquí, lo poco que he podido sacar en claro del discurso. Ahora voy a echar un vistazo a lo que los periódicos dicen de él.

Leyendo entre líneas

Siempre me ha parecido estúpido que el rey tenga que decir las cosas sin decirlas realmente. Que los temas importantes haya que leerlos entre líneas. Naturalmente, los periódicos se aplican en seguida a la exégesis del texto para poder obtener algo noticiable.

Por ejemplo, El país dice:
Varias de las frases de su discurso parecen ir referidas implícitamente a la situación de Cataluña tras las pasadas elecciones y el desafío soberanista de Artur Mas. No obstante, las referencias son mucho más sutiles de lo que cabría esperar tras la contundente carta que don Juan Carlos publicó en la nueva web de la Casa del Rey el pasado 18 de septiembre...
"Parecen ir referidas implícitamente" , "sutiles". Me pregunto si esas referencias están realmente ahí o los periodistas las encuentran donde no las hay. El país dice que esas refrencias son:
...alusiones a las “renuncias" y al “respeto a las leyes” dirigidas a quienes, como el presidente de la Generalitat, Artur Mas, han asegurado que “ni tribunales ni constituciones” iban a parar su desafío soberanista.
Por otro lado, La razón dice:
En este contexto, ha defendido una política que, "desde el respeto a la diversidad", integre "lo común" para "sumar fuerzas, no para dividirlas", y ha hecho un llamamiento a "cerrar las heridas abiertas" sobre la base del "respeto a las leyes y a los cauces democráticos".
Don Juan Carlos sigue con esta reflexión la línea del contenido de la carta publicada el pasado septiembre en la web oficial de la Casa del Rey, en la que advertía contra quienes alientan "disensiones", persiguen "quimeras" y ahondan en heridas, y que fue muy comentada por sus alusiones implícitas al debate soberanista en Cataluña.
Es decir, ambos periódicos ven alusiones al desafío soberanista, pero no coinciden del todo en las frases que, supuestamente, hacen referencia a ello. Mi opinión personal es que esas frases encajan tanto con eso como con las disputas entre gobierno y oposición que no ayudan a salir de la crisis, lo cual es, por cierto, lo que explícitamente está diciendo.

Leyendo Wikipedia he descubierto que Juan Carlos no sólo es rey de España, sino que también tiene los títulos de rey de Córcega, Cerdeña y hasta Jerusalén. ¿No será que se está refieriendo a los problemas entre israelíes y palestinos?

Yo no me atrevo a asegurar que no.

¿Qué ha hecho Juan Carlos por nosotros?












2 comentarios:

  1. Por comentar algo...
    Respecto al aviso inicial a mi me parece correcto (no digo que sea el mejor posible, pero si correcto), no lo veo duro en absoluto. Va en la misma linea que otros muchos avisos que se ven continuamente por ahí. Esta bastante claro lo que quiere decir el aviso, y así me parece mejor. Igual si empiezas a hacerlo mas "blando", pues empieza a ser ambiguo. Pero bueno, es verdad que ya me dieron nosecuantas broncas, por usar lenguaje "duro", sin (demasiadas y a veces ninguna) palabras que algunos podrían decir que son insultos. Pero se entendía bien lo que yo decía, sin embargo había que ser mas "diplomatico". No hablo de relaciones entre paises, distintas culturas, etc, sino cosas simples del dia a dia. Pero bueno....

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  2. Y desvariando un poco más, es verdad que estos discursos son siempre estúpidamente ambiguos, aunque eso da para adivinanzas y blogs :-). Pero ¡menudo rollo tener que hacer ese discuros!, hagas lo que hagas, te van a criticar, unos u otros.
    Voy a poner un discurso simple:

    "Españoles, ¡Feliz Navidad!"

    Lo anterior podría ser el discurso, ahora veamos las reacciones más que previsibles:
    Feministas (o ex-ministras de zp, da igual):"es un discurso machista, lo denunciamos para que incluya a las españolas"
    Republicanos: "¿Quien es él para felicitar nada? ¿solo dice eso con lo que cuesta?"
    Monarquicos: "El Rey concentra adecuadamente las ideas en una frase"
    Artur Mas: "El rey ataca de nuevo a cataluña dando el mensaje en Español, sin respetar la pluraridad, encima remarca lo de "español" en contraposicion con catalan...."
    Ateos: "Tiene que felicitar el nuevo año, NO la nochebuena"
    Asturchales: "En bable"
    Linguistas: "Esa ',' es incorrecta, debería de ser un ':'"
    Algunos españoles: "Me aburreeeee"
    otros: "Pon futbol!"
    otros: "¿Feliz? no te jode, tienes la casa pagada"
    Otros: "El Rey proteje y apolla a su yerno, evitando hablar de el"
    Y muchos mas que se me olvidaron en el tintero.

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